UN NIÑO PALESTINO DE SEIS AÑOS


Yo no sé qué hace falta para ser necesario
Y si lo supiera no te lo diría. 
De repente, la nada se hace necesaria
Como las balas que matan
Como el dolor y la muerte
¿Necesaria?

Yo no sé qué coño hace falta para ser necesario
Y mucho menos para ser una buena persona.
Hoy he visto matar a un niño palestino de seis años
Un hombre enorme y de uniforme le doblaba el cuello 
Subido a sus espaldas.
Como el dolor y la muerte
¿Necesario?

Yo no sé qué mierda hace falta para ser necesario
No creo en el hombre que puede matar 
No comprendo cómo se puede matar a un niño palestino de seis años
Hoy ya he vomitado tres veces
Me siento sucio. Descreo. Lloro y vomito:
Yo no sé qué hace falta para ser necesario

Pero sé que si tú no lloras, vomitas y descrees, entonces estás muerto
Y mi poema no te alcanzará.
Yo no sé qué hace falta para ser necesario
Un niño palestino de seis años, por una guerra sucia, tan sucia
Que su mierda nos llena de lodo y pena, de sucia pena.
¡De puta pena!

Tú, pequeño burgués yanqui-occidental-israelí, putos fornicadores de niños. 
Gobiernos, legitimados por putos votantes, ruines.
Y les dejamos matar
Y matan a niños y niñas palestinos de seis años.
Malditos. Malditos. Malditos. Malditos…

Yo no sé qué hace falta para ser necesario
Y si lo supiera no pienses que te lo diría
Te dejaré caer en tu mierda de puto asesino
A dejar que te pudras en la inmundicia.

Hoy ya he vomitado tres veces.
Y todavía no sé qué hace falta para ser necesario.

Comentarios

Lo más leído

"DOS POEMAS" por Consuelo Jiménez (reseña)