Donde El Viento No Alcance
"Hay cosas que el viento no puede llevarse…" 101 Kid era el muchacho de mi vida. Fue un amor imposible y por quien hubiera vivido mis días insomnes con plenitud de “hada ignorante”. En agosto del ochenta y ocho yo era un adolescente de veintidós años y me encontraba en Mykonos. Aquellas vacaciones fueron aleccionadas y a todas luces; algo memorable. No recuerdo el nombre de aquel bar, ni el día exacto tampoco, eso sí; aquel final de Agosto de 1988; al subir la escalera de madera pintada de azul intenso, intuí proféticamente que quien allí me esperaba era alguien más que un bello muchacho, un mero sueño veraniego... me inicié a la tolerancia apenas sin saberlo. Nadie sabía nada de él y ciertamente aquello resultaba irrelevante para todos – Cómo expresarlo... Convinimos en llamarle “101 Kid” por la camiseta blanca que en letras rojas sobre el pecho ceñía un cuerpo delgado y atlético, anunciando su logo: “Miradme, estoy hecho para el amor”. Tenía ojos marrones y grandes. P...