VUELVE A DECIRME QUE NO

VUELVE A DECIRME QUE NO | para Abilio Estévez (Una cena con Lucifer) Déjate llevar por la voz y el milagro que llaman sin saber bien quién eres. Al llegar preguntaste: ¿Y esa máscara? ¿Y esa mentira? ¿Y ese miedo? —No hubo respuesta—. Entra, te daré lugar en mi mesa. Comeremos del pan y el vino prestados, de la gloría más inmensa. Tú, Lucifer sentado a mi vera… Solos por fin los dos. Me placerá servirte del vino de tus mentiras. Tendrás lista una cama limpia, impoluta para el pecado. Tuyo serán entonces cuerpo y alma: muy a tu pesar todavía siguen juntos. —Con ellos nunca pudiste—. Te llevarás la bola y las profecías: los acertijos y los malos augurios. Ya no los necesitamos. Serán mis pertenencias, mis trofeos y emblemas. La prueba de mi total victoria sobre tu carroña. Dejaré la puerta abierta, las luces encendidas. Las verdades difusas y por supuesto, sin responder. Sí, déjate llevar por la voz que llama ...