Bésame Tonto

Me gustan las puertas. Las que se abren o se cierran. Todas se hicieron para algo. Todas ofrecen el límite preciso. Si permanecen entonadas sugieren un deseo. Si se atascan, algo anda mal. Al abrirse de par en par nos dan miedo. Pero si es tu mano la que me ofrece cruzar el umbral, soy yo quien la cierra de una patada. Las puertas se hicieron para guardar secretos de alcoba, como los laberintos. Para perderse en ellos y sucumbir a los deseos. Y me atraen lo mismo las humildes que las de pomos muy finos. Las peores son las que rechinan y nadie las engrasa. Yo a esas mi me acerco. Por si acaso tengas o no que cruzar una puerta que se abre. Que seas siempre el invitado, nunca el cobarde. Bésame tonto -me dijiste al oído- Y te hacías el embriagado como pidiendo más amor todavía. La sartén por el mango. Champán frió en la nevera. Una cama blanca de grandes almohadas. Yo me quité la camisa. Tú el pantalón de fino lino. “Chin“, “chin” y besos. La unción p...