NOCTURNIDADES (En el reino de Taifa)
Trabajas en los trapecios de la noche y la bruma
Se inquietan las estatuas que ven tu paso
Te envidian porque posees un alma de nobleza y oscura soledad
Que a ellas falta.
Te rozan los duendes y el flash de la memoria
Doncellas sin flor, hombres sin corona.
Todo tú, manifiesto eunuco en trifulcas, bares y sesiones publicitarias;
Tomas las mil formas del deseo, a manos llenas te llevas el alba.
-Hace mucho que sigo aquí-, susurras.
A tu llegada, ya en la ciudad secreta de Sforzinda,
De repente abocado y solo estás ante tu particular reino de taifa.
Todos se intrigan al verte, todos te rondan, te pretenden.
Vendes humo a tu paso y el esfuerzo no te cuesta, ni te daña la nada.
Mas luego ileso y cansado te has ido mientas se apagan los excesos,
Se duermen los últimos borrachos,
Se abren los colmados y el alba te roba todo el glamour.
Como los pájaros cantas con voz prudente y silvas como sabiendo que la soledad no asusta.
Regresas a tu cuarto mudado ya de estrellas, a dormir otro sueño sin estupor ni espantos.
No te importa el mundo, la nada ya tarda...
Imágenes gentileza de Luizo Vega, París 2014
De todo el torbellino que va causando a su paso, me quedo con:
ResponderEliminar"...el esfuerzo no te cuesta..."
Me ha parecido un poema por sí solo.
La nada tarda... a veces demasiado.... :/
Et desitjo una bona setmana, molta Inspiració i buena vibra :)))))
Muchas gracias Nicky, y dices bien... es ese torbellino el que nos habita a veces, muy a menudo, a nuestro pesar. Gracias por tu comentario, hoy mi blog está menos hérfano. Un abrazo!
EliminarMientras escribas... no hay orfandad!
Eliminar;)