LA FURCIA DE LA ANGUSTIA (versión definitiva), 2017

para Javier Cubero La furcia de la angustia llegó preñada de esperanza, como predijo Gloria Fuertes, la poetisa. La angustia, esa ramera que del olvido hace maletas y que llega y se presenta en casa sin el menor rubor. Mete muebles, hace la cama con tino y envenenada malicia, llenando mi alacena de azúcar y temor. Y se ducha todos los días, dejando la ropa sucia por todos lados menos en el canasto. Es la amiga nunca invitada, la indeseable de la angustia… Me envenena los versos con su ponzoña endiablada, que se clava y se clava como un puñal de plata. Quien me roba las rimas y revuelve en el trastero de la imaginación, dejando mis relatos hechos añicos y luego, cómo no sabe de nada que no sea de incordio, se marcha por un tiempito para habitar en casas ajenas. A su regreso, siempre de madrugada, la angustia juega a tentarme y también al cerco, no menos que al siniestro juego del sexo de oscura intención. ¡Ay! mi ramera. Qué pronto llegaste aquella tarde, cuan...