POEMA DÍSCOLO, versión definitiva

POEMA DÍSCOLO No te gusta que no sepa la verdad de nada, que no invente misterios, que ignore los nombres y apenas las formas recuerde. No te complace que me rían las mentiras, que no compre pena y me fume la ilusión: que no robe palabras. No te crees que camine sobre brasas, que no me sacie de vida ni me complazca la nada. Y te molesta que no use los codos, ni sienta malicia, ni envidie o ame tan poco. Te desconcierta que resista todavía, que nada me importe, que sólo atienda al qué y no al cómo. Te incomoda mi vida y no comprendes que me ría de la tuya, la soporte que la acepte, la comparta. No te gusta que no quiera ser el jefe, ni disponga más que de calderilla: que no precise de más porque sospeche indefenso que menos es más y más es menos.