RECTO VERSO | NOVIEMBRE y DICIEMBRE 2018

Es impresionante que a sus 53 años todavía tenga las agallas, el enorme talento y la imaginación de hacer un álbum de Navidad, pero no un álbum de “ Christmas ” como todos hacen, sino que se convierte en una apología de la nieve , de los meses de invierno e incluso una rendición al famoso Yeti , el abominable hombre de las nieves, en la sensacional “ Wild Man “; que es numero uno de la lista de favoritos de UK nada más salir el álbum en Noviembre del 2011. En poco más de una hora, lo que dura “ 50 Words for Snow ” , Kate Bush recurre a sus famosas ruedas de acordes con el piano , desnudos, intrincados, sublimes . No experimenta mucho en esta ocasión. Pasa de aquellas revolucionarias tentaciones electrónicas, que le llevaron incluso a ser una maravillosa y prodigiosa experta de los “ samplings ” con su inicial " Fairlight ". Esta vez, salvo en el tema que da título al álbum, apoyada en un genial Stephen Fry , apenas trata de aterrizar en territorios poco conocidos, aunque

Cuando te asomes a una ciudad, déjate arropar por los ojos de quien bien la conoce. Una ciudad no son sus calles o sus museos donde se gestiona la cultura enlatada y tasada, tampoco las ventanas con la ropa colgando, las plazas mayores; los escaparates y los inventos que el mundo moderno aliña como reclamo y promesa de consumo. Una ciudad es un diccionario extraño donde se escriben palabras nuevas y se anotan desde el corazón, significados que tu mente antes no alumbraba. Una ciudad son (por supuesto) los gestos, los ojos y la generosa paciencia y compañía (que sin ser origen de culpa) ofrecen cobijo, abrigo y una mano amiga. Una ciudad son sus gentes y es siempre la apuesta generosa que desde el corazón – insisto, viajero – te brindan sus gentes. Los ciudadanos que las habitan son sabios; allí donde las guías de viaje mienten. Nunca olvides que quien te hizo ver eso que ahora tanto admiras, no es alguien inerte o indiferente; ni tan sólo fueron tus sentidos los responsables de apre

Bendito el lugar y el motivo de estar ahí, bendita la coincidencia… a ti y a mí. Benditos los que orbitan. Todo el mundo sabe que los dados estás cargados. Todos sospechan y acechan la oscuridad que les impele y oprime. Benditos los despojados, los doctos, los ignorantes; pues ellos también heredarán los cielos. Bendigo a los suplicantes, a los pueblos oprimidos, a los hambrientos de pan y de fe, a los que orbitan... A los ángeles de mi ciudad, a los jóvenes y los ancianos, a los maniatados por un mundo que no les reconocerá. A los que orbitan... Bendito seas tú, lector que te asomas a estos renglones de temblor poético e indignación, no menos que de cariño. Y es por el pasar de las cosas que pasan, por el rio de Heráclito, el de Éfeso. Filósofo de este orbitar que es pasar y pisar sobre la tierra; sin el rencor o el lastre de larvados pasados, que las cosas buenas sucedan a expensas de la maldad y el oprobio. Sí, a los que orbitan y transitan mi ciudad y las ciudades del mundo de