Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2017

UN RÍO DE CUBA, nuevo

Imagen
UN RÍO DE CUBA La madre se propuso salvarlo de todos los peligros. Para ello tapió puertas y ventanas, allanó el camino del cuarto que desde la ventana ofrecía la iglesia. El padre se propuso hacer de él un hombre de provecho (que no de bien). “ El pan de tus manos y el madrugar de tus días te formarán, evitarán tu cobardía ”, le repetía. El hermano pronto le llevo a los prostíbulos donde él (sin saberlo nadie), leía sus poemas y preguntaba sobre lo humano y lo divino a aquellas mujeres sabias. Nunca copuló con ellas, aunque disimulaba. Un día se levantó pronto, la casa de la Habana vieja en silencio: el suelo plañido y pulido de pasos, las creencias y los espejos tapados con paños viejos le impedían ver su hermosura. Él sabía de lisonjas e intuía los abusos y las ofensas… Y cómo explicarlo: jugaba al disimulo. Otro día, un colibrí de cola ancha picoteó en su ventana. Tapiada no pudo verlo. Ni oyó tampoco el sordo ronquido de

LOVE, etc. | Rosa Desierta, (new)

Imagen
Me hubiera gustado no verte a través de los espejos,  gastar tu cuerpo de puro usarlo  y besar tu rostro de eterno camarada. Me hubiera gustado —entonces—,  no estar del otro lado del término:  aislada ecuación sin raíz cuadrada y a la vez;  ápice ineludible unido al interfaz diabólico de tu cobardía. Me hubiera gustado no verte  a través de los juegos de alcoba, solamente. Como juego de dados persigo mi destino  en esta ruleta rusa que busca,  más allá de los besos que ya he dado, el absorto asombro  de esta epifanía alegórica parecida al amor. “ Yo un día tuve uno ”, me decías. Cansado de rodeos, cansado de estar cansado,  de estúpidas quimeras y anhelos que por ser sólo eso;  saben a miel de frustración. Me hubiera gustado no verte  a través de los juegos de alcoba (repito), solamente. Pero fuiste tú y tu mirada  quienes habéis hecho presa mi casa,  apropiándose de mi alma y mirada  y lo peor: de mi esperanza. Ésa que duele t

EL CORAZÓN DORMIDO | tributo a Jon John, 2017

Imagen
Me olvido de las reglas, de las normas absurdas: del sentido común. Me apeo del calendario, causo baja del general ánimo, me arrincono en la ponzoña de un sueño. Descolgado del mundo, luchando con el aire; juntando la esperanza recompongo mi mundo que ya no sé si se parece al tuyo, o al mío… ni me importa. Alquilo una ilusión que un momento duró. Atraigo a los amigos no menos que a los enemigos: habito en la esperanza. Tomo el dato que el angélico hábito me ofrece y respiro a duras penas, debajo de mi edredón, cada noche de todos los días… Allí, donde el amor se parece más a una espera que a su reiteración. Ese lugar que recoge mi cuerpo todos los días, donde me reduzco a la nada; fundido con los sueños y el ebrio amor de Morfeo, es mi casa. No quiero milongas inventadas, ni el pacto distraído y tosco del placer fácil, del placer que resucita de su repentino retiro. No quiero esas quimeras —es un ardid—, con tu fantasma me basta. Urdo el presente con el mero exi