Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2016

NACIMIENTO DE CRISTO (F. G. Lorca) de "Poeta en Nueva York"

Imagen
NACIMIENTO DE CRISTO (F. G. Lorca)  " Poeta en Nueva York " Un pastor pide teta por la nieve que ondula  blancos perros tendidos entre linternas sordas.  El Cristito de barro se ha partido los dedos  en los filos eternos de la madera rota.  ¡Ya vienen las hormigas y los pies ateridos!  Dos hilillos de sangre quiebran el cielo duro.  Los vientres del demonio resuenan por los valles  golpes y resonancias de carne de molusco.  Lobos y sapos cantan en las hogueras verdes  coronadas por vivos hormigueros del alba.  La luna tiene un sueño de grandes abanicos  y el toro sueña un toro de agujeros y de agua.  El niño llora y mira con un tres en la frente,  San José ve en el heno tres espinas de bronce.  Los pañales exhalan un rumor de desierto  con cítaras sin cuerdas y degolladas voces.  La nieve de Manhattan empuja los anuncios  y lleva gracia pura por las falsas ojivas.  Sacerdotes idiotas y querubes de pluma  van detrás de L

CONSTRUCCIÓN DE UN CASTILLO DE NAIPES

Imagen
He transitado la noche de las almas por calles y lugares donde apenas el mundo se reconoce a sí mismo. He buscado una certeza que me aparte del dolor: un lugar soleado, un abrazo. Cada vez que te veo, en ese encuentro ya cansino con tu sombra, practico con inusitada malicia el arte de construir ficciones. Pongo toda mi fe, entonces, en esa manera tuya de asirte a la noche; como un poste clavado al suelo buscando en el infinito lo que todos buscamos y jamás supimos encontrar. Tu sombra se alarga por la pista de baile, pisada por una muchedumbre torpe que chapotea al son de un ritmo cuatro por cuatro. Es madrugada en la ciudad. Transito como la espuma entre empujones, ruido… No nos miraremos, pues cómo decirlo: cada vez que te veo siento el mundo sobrevenir en espanto. Dulzura y límite e intriga por saber, cómo pudiste cambiar esta mera trivialidad por nuestro amor. Cadavérico te marchitas a solas, anciano ya en tu juventud y aún piensas que el mundo te acompaña. Yo me sigo p

El Espejo Blanco de un Hada (prosa)

Imagen
Como cada año llegan los turrones, el cava, las cenas con amigos, familia, empresa… Llegan los regalos y los gestos bondadosos. Todo está preñado de doble simbología, nutrido por una doble moral. Luces en las calles, gentes sonámbulas y niños atiborrados de promesas e ilusiones y, a lo peor, de falsas revelaciones. Como cada Diciembre pervertimos el código, mudamos los malos sentimientos y nuestro perenne esfuerzo por compensar miedos y egoísmos, nos deja en la razón su quemadura: “Nos miraremos de nuevo en el espejo blanco de un hada”, me decía mi madre la Navidad de 1977 (yo tenía diez años). Conscientes o no, los fantasmas de la Navidad nos visitan todavía… Proclamo que este año por Navidad seamos insensatos, lloremos o riamos: despojemos de lo absurdo los recuerdos empolvados de la infancia (que los miedos causen baja también). Es momento de mirar atrás con cariño, del recuento de promesas incumplidas, de maldecir tantos sueños y territorios robados, o mal contados y

Poema de Juan Claudio Álvarez

Imagen
Hola, hace tiempo que no hablaba: me la había pasado bebiendo, viviendo, fumando, tirando por ahí las cosas: es tan duro volverse a morir y después volverse a vivir. Y yo me fui. Ahora, que sepa usted qué tanto me ha servido, y no me ha servido: no hay nada más que ver, y verá usted: nada. Fui mendigo tantas veces. Tantas veces me volví a morir, y tantas a vivir. Me fui de todo lo que es vivir y lo que es morir, para morir y vivir. Así que llenad vuestras copas con lo venido en vuestra alma. Y ahora, no vaciéis vuestras copas. Antes bien, hagamos esta gran copa en donde también escanciar este Oro que me he traído para vosotros en el alma. A todos los que habéis sido: fuente abierta de mi sangre y mi recuerdo, a través del río de un abrazo que es la vida: ¡bebamos! Aquí tenéis estas botellas que siempre guardé para vosotros en el rellano de las tardes. Venid, abrazadnos todos a estas almas rojas de corazón y vino. Juan Claudio Álvarez (poe

EMBRIÁGAME | La orgía (versión definitiva)

Imagen
Anoche me acosté con todos vosotros, poetas, mis ladrones de vida y deseo. Al abrir un libro fuisteis saliendo uno a uno de entre las hojas y postrando cuerpo y figura alrededor mío. Con vuestros cuerpos ilustres y llenos de pedernales, me tomasteis... Kavafis mordía mi cuello con suave benignidad de gato. Wilde ya había introducido su mano sin guante en mi entrepierna y la acariciaba mientras al oído profería fragmentos de su “ De Profundis ”. Con Allen Ginsberg se desató la orgía: yo era vosotros y vosotros yo mismo, y quería ser abusado. No vino sólo aquél, también Ana Rossetti, la italiana, ofreció sus pechos y su vulva al santuario encendido de la pasión. De pronto, con turgente presencia y lúgubre mirada surgió Pasolini que hundió su boca en la mía en busca de mi lengua. Al despertar, os habíais marchado todos y desnudo, las sábanas revueltas y mal decirlo, manchadas por el exceso, quedaron sobre el aliso de mi asombro. —Dormir con los poetas es, a fin de cu

CELEBRACIÓN DEL LIBERTINO | a Luís Antonio de Villena (revisado)

Imagen
De tu celebración se evaden los osarios, sepulcro de tanta ira, de tanto amor amargo y lucidez. El mar se pierde y el otoño no acaba de llegar. Y cierras tu pecho, como la noche se queda sin estrellas. Como un vino añejo que nadie bebe: mártir de tu cordura, locura de tu razón. Amaneceres y afanes, la soledad sólo quema. Un amor que no comprendió nadie, sin la prudencia del bosque sin canto de pájaro, sin rayo de luna, y quema todavía: esa herida quema.   Sueño solo, de amor solamente roto. Partes de un límite mío seguro de creer —amigo mío—. Y lo real que ya es ficticio, derrama su retorno sin frontera por la entraña tierna de tus muslos hechos para el amor. Y un ser oscuro vendrá, y uno luminoso que lo vela. Y un ser oscuro tentará donde las iguanas cantan: abajo, en el río, debajo del puente... Y un ser oscuro lamenta tu falta de tinieblas, y un ser luminoso tu falta de estrellas. Debajo del puente hay un mundo de