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Mostrando entradas de mayo, 2010

Quiero Ser Oscar Wilde (Edición "Pride 2010")

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“El valor de las personas corrientes es todo lo que queda entre nosotros y la tiniebla” Yo quiero ser Oscar Wilde: Salir de los armarios, royendo la madera sucia del tiempo.Quiero ser el viento y la luz que salieron de sus manos y gritaron libertad.Quiero ser Oscar Wilde, - sí, lo dije antes - Buscar mi alma en los espejos turbios del viento y romper los cimientos en los que fundamos nuestros deseos, nuestros anhelos. Proclamo que quiero y soy ya; Oscar Wilde. Por ello, me enamoro en cada esquina de la belleza transeúnte y fugaz de algunos muchachos sombríos que recorren las callejas o los barrios más villanos de mi ciudad. Camino a veces persiguiendo a las ratas por sus alcantarillas, bajo los balcones en flor, en los sótanos de las cantinas de esta ciudad ardua y distante; plagada de hiper realismo y desnudez. Juro y canto que con él, devengo en todos los demás para dejar de ser yo mismo. Me parezco a Walt Whitman, a Silvia Plath, a Federico García Lorca, a Cernuda o Luis Ant

Egos Revueltos - (Crónica de madrugada a las 03:45’)

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He podido verte otra vez entrando en una fiesta sin ser invitado; - claro, nadie recayó en el detalle - Entras con paso firme; como quien sube a un yate de lujo. Como si con tu presencia nos dieras a todos la “carta de ciudadanía” – Me hiciste reír de tal manera que apenas dos lagrimillas de líquido (seguramente salado); surgieron por entre la comisura de mis atónitos ojos. He podido ver tu ego de nuevo envuelto en orgullo, indemne, intocable y por supuesto, irreverente. Así son las trampas que inventas y el muro que construyes vehemente y que te aisla del peso de tu conciencia. Vaqueros a la última, barba estudiosamente descuidada; perfiladas mechas de arrogante engreído y cabellera un tanto anclada en los “80’s”. No dabas a basto al mirarte en todos los espejos: - Qué extraño, con desespero compruebas que tu imagen ya no se refleja en ningún espejo. Los espejos sólo reflejan la imagen auténtica de quien la posee; más no la de los vampiros, los muertos o los ególatras usurpadores y ne