THE 2 OF US (reseña)




The 2 of Us
(Escrito en Sangre) 

por Santiago Calleja Arrabal

Aquel que se asome a la obra de Jon John y en particular a su trabajo “The 2 of Us”, se verá abocado inevitablemente (a poco que se deje llevar por su personalismo estético y fetichista), ante una reflexión escénica sobre la naturaleza del amor y el dolor que le es consustancial.

No pretendo hacer aquí un trabajo de exégesis, ni mucho menos que mis palabras sirvan como crítica sobre este trabajo que, en palabras de su autor, se inscribiría dentro del llamado “Body Art”, y dentro del galimatías del mundo del performance urbano. Dicho esto, y subyugado por el breve DVD que contiene esta impactante y poética pieza, y junto al material que he podido manejar “online“, creo hacer un trabajo más útil y honesto si hablo desde un plano absolutamente subjetivo y emocional (también estético).

Sólo pretendo narrar mi experiencia y, en la media de mi capacidad, explicar aquello que creo que contiene esta obra, sugiere y propone como discurso, como debate... Es éste, en definitiva, el valor máximo conseguido en esta “suite visual”, esta pieza poética (de una elegancia ausente de falsa retórica), porque no la precisa, no la pretende. Pues la fuerza de las imágenes y símbolos que implica son suficiente argumento y quizás sean la conclusión también.

Conclusión que exige del público una sensibilidad y un talante reflexivos que pudieran ser incómodos o falsamente incomprendidos si tan sólo nos quedamos en la escenografía, con la iconografía. Yo invito al espectador a indagar en el fondo del mensaje que propone Jon en esta maravillosa y voraz pieza escénica.

Jon es un joven aunque experto semiólogo (no en vano se mueve en el ámbito del tatuaje), es decir: domina a la perfección el lenguaje de los signos y lo simbólico. Lo conoce y juega hábilmente con su ambivalencia. Pero a su vez, todo símbolo remite a una lectura que inquieta, a un referente que por ser común a todos (me refiero a binomio "amor-sufrimiento") es narrado desde un plano subconsciente, por mucho que el artista imponga el cuerpo como “soporte” de su relato. 

Toda la parafernalia estética, el inquietante aire de rito, la música de fondo obsesivo y "mono-tónica"; junto a la simbología de la sangre, la rosa, el lienzo en blanco, las perlas... etc., nos hablan del ritual urbano y sacrosanto del "placer-displacer", o lo que es lo mismo: del amor y el desamor, con la dosis de dolor que le acompaña. Dolor que prolongado en el tiempo devendrá sufrimiento. Ojo, no es esta una interpretación psicológica, qué también, sino poética, estética y espiritual a ultranza. Porque será allí donde el público se verá llamado, abocado, apelado y subyugado sin saberlo, al vislumbrar la obra.

Y es ahí donde radica su fuerza, la fuerza de su mensaje: “la imposibilidad del amor exento de  sufrimiento”. O bien, “el dolor como premisa consustancial del amor”. Caben infinidad de interpretaciones puesto que esta performance  está abierta al significado y apela (repito) a un mundo onírico, poético, subjetivo, narrado desde y por el cuerpo; para decir: “por razones que no controlamos y desconocemos el amor implica siempre dolor y, nos guste o no, conviene saberlo”.

Bien, no es esta tampoco una lectura  catastrófica solamente, o nihilista, pues el “corpus de la obra” es abundante en imágenes de alto contenido idealista/fetichista que remiten a un universo primitivo y omnisciente que impactará en el espectador.

Destacan también, el voraz uso de la sangre (físicamente, la propia del artista). La leche que derrama sobre su cuerpo en un momento del evento simboliza el semen (o la simiente del amor). Las rosas bañadas en sangre como parte del evento, simbolizan la pureza mancillada (o la promesa incumplida). El mantra constante que será escrito sobre un lienzo puro, blanco y limpio (en un obsesivo afán imposible de cumplir a través de la frase “The 2 of Us”) y que será constantemente escrita con sangre propia: la de un maestro de ceremonias abocado físicamente al desfallecimiento; son algunas claves simbólicas e imprescindibles para entender el mundo onírico del artista.

Caminar sobre rosas hasta sangrar, coserse los párpados con telas que impiden la visión, escribir con sangre y, a su vez, implicar al público, quien introducirá perlas en su boca, son algunos de los recurso de este relato… de este poema visual subyugante y obsesivo. Para mí una reflexión sobre el amor y su vástago absolutamente inquietante y que me ha recordado, por su fuerza visual, a la autora teatral Angélica Liddell.

No sabemos con certeza si se habla de amor homo-erótico, o no. Hay aquí ausencia de iconografía femenina explícita  (ignoro si pretendida). "The 2 of Us" sugiere una lectura que remite a la pregunta, ya no sobre el amor, su recorrido, su naturaleza frágil y efímera, su búsqueda… etc., sino sobre el dolor como marco de actuación y desenlace. En este sentido la pieza denuncia y advierte ante el imperativo de ponderar el riesgo. Un riesgo que nos es vital: la paradoja está servida.


Parece que al final de este recorrido, narrado desde el cuerpo (desde lo corpóreo) y que es usado como talismán, deba implicar la búsqueda, o el intento por llenar un vacío existencial, espiritual y transcendental. El cuerpo es usado como lienzo para esta narración de fotografía inquietante, sublime y con fondo musical de marcado tono obsesivo. Se agradece la escena del cantante junto al personaje exhausto ya por el “uso y el abuso” de tener que atravesar (literalmente) un campo de rosas con espinas y otros martirios que dejan a su artífice al borde del colapso. 

Todo ello en su conjunto no dejará indiferente a quien se acerque a esta obra inquietante, repito, elegante por la belleza de las imágenes y a pesar de la crudeza de las mismas. Y por supuesto, no exentas de un marcado tono erótico, ancestral y subliminal.

La obra no pretende, creo, dar respuestas, sino más bien ser una pregunta obsesiva sobre la naturaleza del amor, un amor atemporal que se abre al universo simbólico del espectador. No para su deleite, sino para su cuestiona-miento y reflexión, puesto que nadie escapa al poder del amor, ni a la experiencia del sufrimiento que en ocasiones suscita.

Santiago Calleja Arrabal
Barcelona, 11 de Septiembre, 2016


Para más información sobre la obra de Jon John


http://www.jonjohn.net/ (sitio oficial)



Gracias Jon por este magnífico regalo.


-Derechos del texto: Santiago Calleja Arrabal, Sep. 2016
-Derechos de imágenes por sus autores y Jon John, 2012

Comentarios

Lo más leído

EFEBO (Un Poema Preciosista), revisado

EN UN LUGAR DE FARFIRSA (nuevo)

YO REGRESABA (revisado)

EL PERFUME: DÍAS DE 2012

POEMA BREVE (nuevo)

LINDSAY KEMP: el hombre que vino del cielo

EL MUCHACHO GRIEGO (101 Kid), nuevo

La Sed de las Palabras

INVIERNO EN EL ECUADOR (revisado)