CONSTRUCCIÓN DE UN CASTILLO DE NAIPES


He transitado la noche de las almas por calles y lugares donde apenas el mundo se reconoce a sí mismo. He buscado una certeza que me aparte del dolor: un lugar soleado, un abrazo. Cada vez que te veo, en ese encuentro ya cansino con tu sombra, practico con inusitada malicia el arte de construir ficciones. Pongo toda mi fe, entonces, en esa manera tuya de asirte a la noche; como un poste clavado al suelo buscando en el infinito lo que todos buscamos y jamás supimos encontrar.

Tu sombra se alarga por la pista de baile, pisada por una muchedumbre torpe que chapotea al son de un ritmo cuatro por cuatro. Es madrugada en la ciudad. Transito como la espuma entre empujones, ruido… No nos miraremos, pues cómo decirlo: cada vez que te veo siento el mundo sobrevenir en espanto. Dulzura y límite e intriga por saber, cómo pudiste cambiar esta mera trivialidad por nuestro amor.

Cadavérico te marchitas a solas, anciano ya en tu juventud y aún piensas que el mundo te acompaña. Yo me sigo preguntando cómo cambiaste un minuto de mi alma por un cementerio de eternidad fingida. Sí, construimos un castillo de naipes cada vez que te veo, para luego soplar la suerte de esas cartas que se elevan al cielo como plegarias.

No tengo otras frases para ti más que éstas. Ni tú, otra respuesta que tu figura a trasluz, buscando esperanza por la perfecta esquina de la ensoñación. 

Menos mal que un minuto de inteligencia me salvó de la estupidez.

Comentarios

Lo más leído

Amar sin ser querido (de Manuel González Prada)

COMO QUIEN AMA SU DOLOR (revisado)

EFEBO (Un Poema Preciosista), revisado

EN UN LUGAR DE FARFIRSA (nuevo)

YO REGRESABA (revisado)

EL PERFUME: DÍAS DE 2012

LINDSAY KEMP: el hombre que vino del cielo

PECATOR (Et In Arcadia Ego), nuevo

EL MUCHACHO GRIEGO (101 Kid), nuevo