La Ciudad de los Prodigios
Nada mas verte pensé: -se ha equivocado-
Pero no fue tal la dicha.
Pude verte feliz y despojado
En una derrota parecida a un final sin salida.
Luego, cuando la luz del alba dibuja pétreas perspectivas en la imaginación.
Cuando la memoria se parece más a una senda inabarcable.
A la ruta sin plano,
La isla sin tesoro,
A un rezo sin fe,
Allí estabas tú en forma de recuerdo.
El tiempo se encargó del resto:
Ordenar el despojo,
Atinar lágrimas derramadas,
Limar el aguijón del odio.
Todo será mejor después de que hayas llorado,
Pero no antes -pensé-
De la ciudad de los prodigios
Las hadas de la infancia nos llevarán de nuevo
Al patio del recreo.
Los juegos olvidados serán reglas y normas sagradas
Que jamás deberemos olvidar.
Ojala el odio no duela más
Ni la infancia fría y lejana,
Ni el futuro incierto y temeroso,
Siembren semillas al dolor.
Pero no fue tal la dicha.
Pude verte feliz y despojado
En una derrota parecida a un final sin salida.
Luego, cuando la luz del alba dibuja pétreas perspectivas en la imaginación.
Cuando la memoria se parece más a una senda inabarcable.
A la ruta sin plano,
La isla sin tesoro,
A un rezo sin fe,
Allí estabas tú en forma de recuerdo.
El tiempo se encargó del resto:
Ordenar el despojo,
Atinar lágrimas derramadas,
Limar el aguijón del odio.
Todo será mejor después de que hayas llorado,
Pero no antes -pensé-
De la ciudad de los prodigios
Las hadas de la infancia nos llevarán de nuevo
Al patio del recreo.
Los juegos olvidados serán reglas y normas sagradas
Que jamás deberemos olvidar.
Ojala el odio no duela más
Ni la infancia fría y lejana,
Ni el futuro incierto y temeroso,
Siembren semillas al dolor.
Imagen por http://www.luizovega.net/Revolushion/, Colleción "Preformer I", 2009
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