ESE TIRONCITO DE CORBATA (revisado)
“ESE TIRONCINIO DE CORBATA”
Viniste a llevarte el tiempo: “He traído mi pijama de rayas”, dijiste.
A batirte en duelo con la vida, con el Cuélebre y el Fauno, con el Grífo y el Basilisco; en intrincado misterio viniste. A juntar la sombra y el hálito de la pasión. A borrar mis días y beberte mis noches: a eso viniste, tú y los tuyos. Que no al amor en fronda, a regalar pasión y maravilla y dulces besos, también.
A tenerte que marchar todos los días por la angosta estrofa de un poema, y al olor que luego dejan tus besos de loco enamorado —distraído todavía—. Y dijimos sí, que luego fue no y al final; era que sí. A eso viniste, al sueño y al cerco. Al roce perfecto y fugaz y al deleite errante de mis días.
Mas, cuando subido a mi espalda, pegado a mis pecados te derramas, un ruiseñor incendia el campo en llanto y los ángeles recogen todas las estrellas pues tú, las eclipsas con picardía.
Camarada, ¡loco de la pasión!: ¿Quién fuera alma tuya? ¿Quién tu piel aterida?, para robarte sonrisas que vendes a las gacelas, en el cielo de tus días.
Si yo pudiera —que no puedo—, te robaría las horas de todos tus momentos y compraría por un puñado de besos, el tiempo que te daría.
¡Ay!, corazón errante, gacela sombría; que te llevaste mi alma a donde yo, no quería.
Qué hermosura de poema!!!! Es seductor, dulce, agresivo...
ResponderEliminarGenial!!!
Un abrazo.