El Ardid


Tras cada extravío hay un ser amado, un humano distraído y seguramente apasionado, ensoñado o azorado que tiene otra cabeza dentro de la cabeza y un corazón latiendo en el pecho y una simiente plantada. Perder la cabeza, es amar sin pies ni dictado y sí… Al pedir tiempo el que ama de verás no dispone sino de un par de muletas para ir saltando entre las brasas. Además, como reza el refranero: “Si he perdido mi tiempo, no todo lo perdí” Se cree el ladrón que todos son de su condición... pero se pilla antes a un mentiroso que a un cojo (muleta en mano)

Para ti, que me quitas el sueño y me enseñas lo que es una historia baladí.

Comentarios

Lo más leído

Amar sin ser querido (de Manuel González Prada)

COMO QUIEN AMA SU DOLOR (revisado)

EFEBO (Un Poema Preciosista), revisado

EN UN LUGAR DE FARFIRSA (nuevo)

YO REGRESABA (revisado)

EL PERFUME: DÍAS DE 2012

PECATOR (Et In Arcadia Ego), nuevo

La Sed de las Palabras

INVIERNO EN EL ECUADOR (revisado)

LA CAÍDA DEL TIEMPO (Retrato Del Civilizado)