El Mar



Escucha como el viento me llama galopando
Para llevarme lejos.
Deja que todo pase, que todo sea,
Mientras que yo, bajo los grandes ojos de la noche
Pura levedad efímera
Descanso en suspiro el tacto que nos templa.

No es cierto que olvidé el amor oscuro,
El roce perfecto de la fugacidad...
El amor es del mar, a veces.
Pasa y se lleva al menos cinco cosas,
Cinco acentos, cinco temores todavía:
Uno es un beso fugaz (beso de primerísima vez),
Lo segundo, un suspiro acompañado de un leve escalofrío.
Un rayo que atraviesa la razón es lo tercero.
Lo cuarto son tus ojos, azules y perfectos
Como dos horizontes callados.
La quinta cosa es aquella que me impulsa a escribir
Y reside en mi pecho.

El amor de los marineros es fugaz, ya otros lo cantaron.
Del primero al último del más elegante al ultramoderno,
Los poetas amaron la fugacidad
Y la expresaron con tinta derramada.

En ese pasar se gesta la suerte de una verdad chiquita
Redonda, sinuosa y huérfana que alimenta todo presente.
Los marinemos besan y se van,
Duermen junto al mar un día,
Al otro templan su ansia de ignorante leopardo.
Todos lo cantaron, todos sin excepción lo nombraron:
Basta ser y no ser para invocar su presencia,
Ellos son la mismísima fugacidad.
-Llegan, besan y se van-

Su estela indica el camino que no seguiré,
La ruta sin mapa, El azúcar sin amor...
Ellos llegan, besan y se van -lo dije antes-
Son del mar y regresan a la manada.

Comentarios

Lo más leído

EFEBO (Un Poema Preciosista), revisado

EN UN LUGAR DE FARFIRSA (nuevo)

YO REGRESABA (revisado)

EL PERFUME: DÍAS DE 2012

LINDSAY KEMP: el hombre que vino del cielo

PECATOR (Et In Arcadia Ego), nuevo

EL MUCHACHO GRIEGO (101 Kid), nuevo

La Sed de las Palabras

INVIERNO EN EL ECUADOR (revisado)