LA CIUDAD DEL LIMO (nuevo)


Cada vez que tomamos un tren
rumbo a una ciudad,
otras se quedan esperando.

Cuando decimos no a alguien,
estamos dejando entrar
a otra persona o circunstancia.

El abrir una puerta
presupone que otras
quedaron sin cerrar.
Tomar una decisión nos dispensa
de otros tantos errores.

Cada paso implica
que dejaste una huella
y la huella (buena o mala)
dice de ti que allí estuviste.

Pero sólo las pisadas
que damos sobre el mar
anuncian que un día
anduvimos surcando sueños.

Todo impedimento,
toda contra-programación es,
sin saberlo, una nueva lección
que aprenderemos en el hoy,
en el ahora y para siempre.

Por tanto: si me he equivocado,
si he perdido mi tiempo,
no todo lo perdí.

Después de leer aquello,
te miré a los ojos con dulzura.
Preguntas el nombre del libro
que sostengo entre las manos:

—“La ciudad del limo”—,
de autor desconocido, respondí.

Comentarios

Lo más leído

Amar sin ser querido (de Manuel González Prada)

COMO QUIEN AMA SU DOLOR (revisado)

EFEBO (Un Poema Preciosista), revisado

EN UN LUGAR DE FARFIRSA (nuevo)

YO REGRESABA (revisado)

EL PERFUME: DÍAS DE 2012

LINDSAY KEMP: el hombre que vino del cielo

PECATOR (Et In Arcadia Ego), nuevo

EL MUCHACHO GRIEGO (101 Kid), nuevo